Cuando las empresas tienen varias oficinas o cuentan con clientes en muchos lugares, la comunicación presencial se vuelve una tarea tediosa y complicada. El tiempo invertido en ir a una oficina central consume muchos recursos que se podría utilizar en otras actividades. Además, gracias a las nuevas maneras de comunicación, las juntas presenciales van tomando un papel menos importante en los ámbitos laborales; y hasta algunas personas las ven como una pérdida  de tiempo. De acuerdo a un estudio por parte de la Universidad de Nebraska, las juntas ineficientes le cuestan 37 mil millones de dólares cada año a las empresas en los Estados Unidos.