La mayoría de las industrias han comprendido que la satisfacción de sus clientes es directamente proporcional a la adopción de nuevas tecnologías. Dicha premisa es válida también para la industria restaurantera, un sector que se ha visto obligado a acelerar sus procesos de transformación digital en función de los nuevos comportamientos de los consumidores.
El entorno actual está dirigido por las aplicaciones móviles y redes sociales, las cuales han empoderado al consumidor para exigir una agradable experiencia al navegar por las plataformas digitales, un servicio inmediato y de alta calidad, así como un servicio al cliente impecable y eficaz.
Situándose en dicho escenario, la industria restaurantera no tuvo más remedio que buscar la manera de potenciar sus capacidades para responder a estos nuevos desafíos y estar más cerca del consumidor, encontrando la respuesta en las tecnologías emergentes que siguen rompiendo paradigmas de forma trascendental.