La digitalización se ha encargado de abrir nuevos horizontes, es por eso que los líderes de la industria perciben cierta incertidumbre ante los inevitables y profundos cambios que conlleva esta transformación en el ecosistema laboral.
Tal inquietud se refleja en estudio efectuado por Arnnet en Australia, donde la cifra del 57% de los encuestados desconoce lo que le espera a su sector de negocios en los próximos tres años y el 88% ven a estas iniciativas como una amenaza.
Sin embargo, un análisis minucioso de la digitalización nos revela que se trata de un temor infundado que parte más del desconocimiento y el miedo al cambio, y no está relacionado a un verdadero obstáculo tecnológico: las soluciones digitales tienen la intención de simplificar una realidad cada vez más compleja, y no viceversa.
Profundicemos en uno de los mayores aceleradores de la transformación digital: la virtualización.
Virtualización y máquinas virtuales
Por definición, la virtualización consiste en abstraer recursos tecnológicos físicos de forma digital; en otras palabras, y quizá en su aplicación más común, se trata de usar una sola computadora para ejecutar un número arbitrario de "computadoras" virtuales –conocidas por el término "máquina virtual" – mediante una interfaz externa.
Este concepto dista de ser una idea trivial o de nicho, ya que sus usos son amplios en el sector de especialidad y para el consumidor. Sus principales ventajas son:
Aprovechamiento del espacio
Además de reducir costos energéticos y de equipo sustanciosamente, obtener el mayor rendimiento posible del espacio es el punto de partida hacia la consolidación de operaciones.
Es por ello que un número nutrido de servidores puede reducirse considerablemente y ser cambiado por equipo de última tecnología.
Compatibilidad de aplicaciones
El avance de la tecnología trae cambios constantes en materia de software, por lo que es común que las aplicaciones se vuelvan obsoletas ante, entre otros factores, nuevas actualizaciones o sistemas operativos de última generación.
Al contar con la facilidad de la emulación digital, aplicaciones de interés crítico pueden ser utilizadas una vez más gracias a la capacidad de la máquina virtual de ajustarse a las especificaciones del software en cuestión.
Administración simplificada
Aunado al factor de costos, contar un número elevado de equipo de TI en un ambiente laboral requiere que los respectivos administradores inviertan más tiempo valioso en supervisar su correcto funcionamiento. Su gestión se vuelve innecesariamente más compleja y aumenta la probabilidad de error por la presencia del factor humano.
En cambio, el uso de la virtualización y las máquinas virtuales permite un control único desde un punto de partida, centralizando así los procesos a la par concediendo a los administradores enfocarse en un monitoreo a nivel infraestructura.
Sinergia con la Nube
Al crear un respaldo mediante máquinas virtuales, nos encontramos a un paso de crear una poderosa infraestructura mediante la Nube.
La opción de migrar a otras plataformas e implementar respaldos críticos se vuelve aún más sencillo, pudiendo así revertir una pérdida crítica de información al restaurar a una versión anterior, previamente generada de manera automática mediante estas facilidades.
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