La llegada de las redes WiFi a espacios públicos como cafés, aeropuertos o restaurantes marcó un antes y después en el uso de internet inalámbrico. El desarrollo tecnológico ha permitido aprovechar el servicio gratuito para trabajar o navegar desde cualquier dispositivo, sin preocuparnos demasiado por la seguridad de la conexión de la red wifi pública a la que accedemos.
En muchas ocasiones, los planes celulares han incentivado el uso de estas redes, dado que tomamos cualquier oportunidad de ahorro que se nos presente, sin pensar demasiado en los riesgos que las conexiones públicas pueden causar a nuestra información. La mejor comparación para ilustrar el riesgo implicado en las redes públicas es la siguiente: si al llegar a un café con nuestra mochila, bolsa o celular, los dejamos en una mesa sin supervisión, porque conocemos plenamente el riesgo que significa para nuestras pertenencias, entonces: ¿por qué no tomamos las mismas precauciones con nuestra ciberseguridad?
En este artículo, te compartimos algunos de los riesgos más comunes , y muchas veces desconocidos, que están presentes en las redes WiFi públicas, así como te explicamos cómo proteger nuestros dispositivos e información al usarlas.
¿Qué es una red Wifi pública?
Una red Wifi pública consiste en puntos de conexión a internet gratuitos que están ubicados en espacios públicos, como aeropuertos, plazas o centros comerciales, por lo que cualquier persona allí ubicada podría acceder a la conexión.
A partir de esta característica general, dependiendo de la manera en que se acceda a la conexión (usuarios, clave, redes sociales, etc.), podemos diferenciar varios tipos de redes públicas:
- Wifi pública abierta: en este tipo de conexión, basta con hacer clic para acceder y comenzar a navegar. Al no requerir ningún tipo de autenticación, cualquier persona puede conectarse a la red.
- Wifi pública cerrada: aunque es también de uso compartido, para acceder a este tipo de conexión, uno debe autenticarse con algún tipo de contraseña. Generalmente, se trata de una red en la que los usuarios tienen algún vínculo como, por ejemplo, son estudiantes universitarios o residentes de un hotel, y la red está cerrada para usuarios externos.
- Wifi pública de usuario y contraseña: esta variante de red pública es de acceso temporal y solicita a los usuarios algún tipo de verificación, como su correo electrónico y contraseña. Un ejemplo de este tipo de conexión son las que encontramos en los aeropuertos.
- Wifi pública con redes sociales: en este tipo de red wifi, se solicita a los usuarios ingresar con algún perfil de redes sociales.
Cada tipo de red pública tiene un nivel de riesgo y peligrosidad diferente, siendo la red abierta la que representa una mayor inseguridad.
Riesgos más comunes al utilizar una red wifi pública
Desde el 2010, los programadores han lanzado herramientas que permiten al público en general probar lo vulnerable que es una red pública y lo fácil que es para otros usuarios acceder a nuestra información . No es necesario pensar en hackers profesionales, dado que cualquier persona puede hacer uso de aplicaciones sencillas y robar nuestra información, en especial, si no tomamos medidas de seguridad.
¿Qué sucede si te conectas a una red wifi pública sin seguridad? Estos son los riesgos más comunes:
- Man in the Middle: su traducción significa literalmente “hombre en el medio”, también conocido como el intermediario, y consiste en un usuario malicioso que se ubica entre las páginas de internet y los demás usuarios, lo que le permite interceptar la información enviada sin ser detectado. Al acceder a los paquetes de información entre el router y los navegadores, estos hackers logran robar gran cantidad de información sin necesidad de intervenir los dispositivos.
- Red wifi falsa: otro riesgo que puede presentarse durante la navegación en redes públicas son los falsos puntos de acceso, presentados como redes abiertas sin clave. Se trata de usuarios malintencionados que crean dichos puntos de acceso falsos, a veces con el nombre del establecimiento o clonando la red legítima del lugar, para poder enlazarse con los dispositivos de otros usuarios y vulnerar su información.
- Malware y ransomware: el anonimato que proporcionan las redes públicas permiten que los usuarios maliciosos o hackers infecten los dispositivos de los demás usuarios con softwares maliciosos. Con estos virus, pueden acceder a información valiosa, robar datos y eliminar información sensible. Un ejemplo común es el uso de ransomware, un software malicioso que permite bloquear funciones o encriptar información valiosa, como datos bancarios, para luego solicitar una recompensa.
Considerando todos estos puntos, se debe evitar realizar transacciones bancarias en redes públicas , ya que significa un riesgo considerable para nuestra información. Esto puede ser obvio para muchos, pero hay que recordar que para viajeros frecuentes o personas sin una red WiFi privada en casa, las redes públicas son la única manera de realizar transacciones en línea. Sin embargo, deben evitarlo o buscar medidas de seguridad mucho más amplias.
Y es que, al conectarnos a una red wifi pública, nuestra información, dispositivo y datos personales quedan completamente expuestos a ataques, robos o bloqueos por parte de usuarios maliciosos.
¿Cómo usar las redes WiFi públicas de forma segura?
En ocasiones no tenemos otra opción más que conectarnos a una red pública, por ejemplo, cuando viajamos y estamos en el aeropuerto o cuando perdemos la conexión móvil, pero requerimos hacer uso de internet. En estas situaciones, si bien las redes sin contraseña deben ser evitadas por completo , con el objetivo de usar redes más legítimas ―aquellas que tengan clave de acceso―, debemos proteger nuestra información de los usuarios que buscan robarla y asegurar nuestro equipo.
¿Cómo podemos protegernos? Toma en cuenta las siguientes acciones antes de acceder a una red pública:
- Mantener nuestros dispositivos y sus medidas de seguridad actualizadas: a riesgo de sonar repetitivos, volvemos a establecer la precaución más importante de todas: actualízate. No importa que tengas el mejor antivirus o un Firewall activo, si no están actualizados, de nada te sirven. Consulta frecuentemente páginas oficiales de los desarrolladores de tu sistema operativo o antivirus preferido para conocer si existe alguna actualización que te falte.
- Utilizar un VPN: a veces brindados por la empresa para la que trabajamos, los servicios de VPN son redes virtuales privadas (normalmente de pago y limitadas a ciertos dispositivos), que pueden ser la diferencia entre el robo y el blindado de nuestra información.
- Navegar estrictamente en sitios HTTPS: usando nuestro navegador preferido, podemos detectar (normalmente en la barra donde introducimos un URL) si el sitio que estamos navegando es seguro (HTTPS) o no. Algunos navegadores incluso tienen la configuración de no permitir a su usuario navegar en sitios sin dicha distinción, lo cual puede ser muy útil, sobre todo, para usuarios menos experimentados.
- Desactivar el uso compartido: en ocasiones, nuestro sistema operativo nos pregunta si queremos tratar a una red como pública o privada, para poder detectar otros equipos o dispositivos como impresoras. Siempre hay que inhabilitar cualquier uso compartido de información a la hora de conectarnos en una red pública.
- Desconectarse del WiFi cuando lo dejemos de usar: no usar los WiFi públicos más que para emergencias es un buen principio que tomar en cuenta, pero, incluso en esos casos, debemos recordar desconectar nuestro dispositivo apenas terminemos de usarlo. Esto evita prolongar la disponibilidad de nuestro dispositivo a posibles cibercriminales presentes en la red.
- Implementar Doble Factor de Autenticación: muchas aplicaciones de correo electrónico y almacenaje en la nube poseen el Doble Factor de Autenticación. Es muy recomendable buscar activarlo en caso de que se vayan a usar servicios de esta índole en redes públicas y, en general, pueden ser excelentes protectores contra accesos no autorizados a tus cuentas.
- Modificar la contraseña predeterminada del WiFi: para los administradores de redes públicas. En muchas ocasiones, no tomamos ni siquiera esta medida elemental, y clonar o secuestrar el ancho de banda se vuelve aún más sencillo para quien lo quiera hacer.
Como puedes ver, conocer los riesgos a los que exponemos nuestra información personal al conectarnos a estas redes es de tanta importancia como aprender a cerrar nuestras casas o cuidar nuestras pertenencias en público. Muchas veces, los robos que resultan de la poca ciberseguridad pueden ser aún más devastadores que perder nuestra cartera.
Por esta razón, para empresas y administradores de redes públicas o con grandes volúmenes de tráfico, en Alestra, como #EspecialistasenTELECOM, tenemos las soluciones que hacen la verdadera diferencia y blindan tu privacidad.
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