La responsabilidad social se ha vuelto un pilar indispensable para cualquier empresa global. Sin un compromiso por el medio ambiente y el entorno, una empresa no puede considerarse como una organización innovadora. Por este motivo, el cuidado por el medio ambiente se ha vuelto una tarea que las empresas buscan atender desde todos los ámbitos posibles, incluyendo el tecnológico.

Sin embargo, no todas las innovaciones logran reducir su huella de carbono de forma adecuada. A pesar de que la computación reduce el número de uso de ciertos recursos, también incrementa el uso de energía eléctrica, incrementado emisiones de efecto invernadero. Este fenómeno se acentúa sobre todo si la electricidad que se consume por los equipos de cómputo no es energía limpia. Por este motivo es importante saber cuál es el impacto ambiental de cada innovación tecnológica, y conocer a profundidad los beneficios y retos que tae consigo.

  Te recomendamos: El Cloud Computing como una de las TIC's más ecologicamente amigable

Y sin duda alguna, una de las tecnologías que se encuentra en medio de este debate es la computación de la nube, que en años recientes ha ganado muchísima aceptación entre las empresas para la gestión de sus datos y sus aplicaciones virtuales.

A principios de la década, una de las preocupaciones de los expertos sobre la nube era la cantidad de energía que consumía. De acuerdo a un estudio elaborado por Green Peace para el año 2020, la energía consumida por los servicios de nube llegará a los 1,963 mil millones de KWH y emitiría un total de 1,034 megatones de dióxido de carbono a la atmósfera. Otros pronósticos estiman que para el año 2025, los centros de datos, donde se almacena parte considerable de las nubes, ocuparán una quinta parte de toda la energía eléctrica global.

Estos datos nos dan una idea del enorme reto ambiental que supone el manejo de servicios de nube, especialmente para los proveedores de servicios de nube, que deben encontrar modelos de eficiencia óptimos para ofrecer a las empresas productos de calidad y que no representen un daño para el medio ambiente.  

Afortunadamente, nuevas investigaciones y mayores innovaciones en el campo de la nube, han permitido cambiar la actitud negativa que se tenía sobre esta tecnología; y cada vez más empresas están viendo a la nube como una estrategia en mejora de procesos y responsabilidad ambiental.

Mientras que Green Peace estimó un incremento en las emisiones contaminantes, un reporte del Carbon Disclourse Project, considera que la computación de nube podría reducir las emisiones de carbono anuales equivalentes a 200 millones de barriles de petróleo al año. Además, hay investigaciones que indican que el nivel de eficiencia del uso de energía en la industria de la nube se duplica cada 18 meses.

El debate de los beneficios sigue abierto ya que todavía no hay un consenso generalizado sobre los efectos de la nube en el medio ambiente. Por eso, muchas empresas han comenzado a tomar la iniciativa en mejorar sus procesos y servicios que permitan una relación armónica y ecológica con el entorno donde se encuentran.

  Te recomendamos: Conociendo los diferentes servicios de la nube

Entre las empresas de tecnología mexicanas con esa visión de responsabilidad social está Alestra, que cuenta con el Alestra Green Data Center. Este centro de datos, único en Latinoamérica por su sistema de cogeneración de energía, busca atender las necesidades y retos de las empresas que buscan soluciones sustentables de nube y tecnología digital. El centro ha ganado premios internacionales como el DCD Awards Latin America 2018 en categoría de Innovación en la Mejora de la Eficiencia Energética.

Si buscas soluciones en tecnología de nube para que tu empresa cumpla sus objetivos de responsabilidad social sin sacrificar eficiencia en servicios, Alestra tiene la solución para ti. Visita nuestra página oficial y conoce las soluciones que tenemos para los retos tecnológicos de tu empresa.