¿Qué es la oficina? Hasta hace unos años, esta pregunta hubiera tenido una respuesta bastante sencilla: un espacio dentro de la empresa donde se realizan labores y tareas. Pero con el paso del tiempo y la llegada de las nuevas tecnologías ha cambiado radicalmente el concepto que hoy tenemos de los espacios de trabajo. 

¿Pero qué significan estos cambios tan repentinos para las empresas y la comunicación entre empleados? ¿Puede la comunicación a través del Internet sustituir por completo la manera tradicional de trabajar en la oficina?

En la mayoría de los casos, el Home Office se ha visto como una manera de ofrecer a los empelados más autonomía con el fin de aumentar la productividad y que ellos puedan equilibrar su vida laboral y personal. En un artículo de Forbes sobre los beneficios del Home Office se destaca lo siguiente: “Muchos negocios están buscando cualquier oportunidad para incrementar la productividad y si sus empelados pueden demostrar que pueden trabajar mejor en casa, muchos directivos explorarán esa posibilidad”.

Esto está respaldado por la percepción de los mismos empleados, que consideran sus casas como espacios donde pueden ser más productivos. Además, algunos de sus beneficios son evitar los tiempos de traslado, un cambio de rutina laboral, un menor número de distracciones y trabajar en espacios más callados y cómodos.

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Sin embargo, el Home Office tiene dos grandes desafíos: la aceptación por parte de los directivos y la confianza con los empleados. A pesar de que el cambio ya es visible en muchas empresas, algunas organizaciones se han resistido principalmente por una cuestión de confianza. Al no estar presentes en la oficina, no hay garantía de ver a los empleados trabajar. Jennifer Glass menciona sobre el tema en el New York Times: “Los supervisores están tentados a usar el tiempo “cara a cara” en la oficina como la manera de medir el compromiso y la productividad. Por lo general son sospechosos de lo que los empleados hacen sin supervisión, creyendo que eludirán su trabajo a menos de ser supervisados.” Mientras los empleados perciben muchos beneficios para si mismos, los administradores se ven renuentes a trabajar a distancia por miedo a que la autonomía se convierta en desidia.

También, el factor de costos y confiabilidad en los servicios de comunicación digital son un elemento importante que impide a los directivos a ser más permisivas con sus empelados. Si no se tiene un buen servicio de llamadas o video llamadas, transferencia de información y colaboración en tiempo real no es viable realizar Home Office. 

Afortunadamente, las innovaciones tecnológicas y el cambio de mentalidad que ha traído consigo la transformación digital, ha permitido que estos obstáculos puedan solucionarse de forma efectiva y rápida; y una gran opción para incentivar el paradigma del Home Office en tu empresa es con los Servicios de Video de Alestra.

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Video as a Service es una modalidad que responde a las necesidades de movilidad y comunicación de tu empresa. Este servicio permite la conexión desde dispositivos móviles o de escritorio a una red para realizar video llamadas de manera sencilla. Esta colaboración permite que los trabajadores puedan realizar su trabajo desde sus casas, permite la colaboración entre miembros de una misma organización en lugares distintos; sean diferentes sucursales, oficinas o hasta países. La conectividad de los servicios que ofrece Alestra facilita los procesos de intercambio de ideas y genera confianza con los empleados. Conoce más sobre nuestro servicio y otros que tenemos para ti en nuestra página oficial.