Los bots son programas informáticos que pueden realizar tareas tediosas o repetitivas de manera más rápida y efectiva de lo que las haría un ser humano. Bot es una definición en base a función y puede desarrollarse en cualquier lenguaje de programación, así como tener una cantidad muy variada de usos. Esta versatilidad es la que los puede hacer increíblemente útiles para facilitar acciones en nuestro día a día, pero también los puede volver peligrosos, pues pueden programarse para actividades maliciosas.
Algunos de los bots más conocidos y avanzados son Siri, Cortana y demás asistentes de voz que residen en nuestros teléfonos y nos hacen la vida más sencilla al poder hacerles peticiones como programar una alarma, un recordatorio, o que resuelvan problemas matemáticos. Incluso Clippy, el molesto clip animado que aparecía cuando usábamos la suite de Microsoft Office en los años noventas era una especie de bot que realizaba tareas por nosotros. También existen los “crawler bots” que escanean las páginas de internet de manera constante para ayudar a los motores de búsqueda como Google a proveer resultados más completos y acertados. Con el constante avance de la Inteligencia Artificial, los bots se vuelven más eficientes y poco a poco la interacción con ellos es más cercana a interactuar con otra persona. Estos son los bots “buenos” y que han sido programados para servirnos.
Te recomendamos: ¿Son los ataques a routers la nueva tendencia en ciberseguridad?
Pero existe también el lado opuesto, el de los bots maliciosos, programados por ciber-criminales para dañar nuestras redes, realizar fraudes o producir grandes cantidades de spam. Es importante aprender a entenderlos y reconocerlos para tomar acciones de protección ante un ciber-ataque que haga uso de ellos.
Por un lado, tenemos los spam-bots que bombardean tu correo de entrada o tus programas y aplicaciones de chat, enviando mensajes no solicitados. Compañías con poca ética pueden hacer uso de ellos para orillarte o convencerte a dar clic en ligas hacia sus páginas, esto puede desembocar en acceder a sitios problemáticos en contenido, etc.
Otro tipo de bot son los usados para realizar fraudes cibernéticos, por ejemplo, pueden programarse para generar clics falsos en programas de ingresos publicitarios creando una falsa apariencia de un número de interacciones elevado, generando ingresos que no corresponden a la realidad.
Te recomendamos: Phishing: Uno de los peligros de la comunicación digital
Los usuarios de programas “peer to peer (P2P)” donde se comparten archivos y programas de manera constante y con nula supervisión pueden encontrarse con file-sharing bots que hacen uso del término de búsqueda introducido por el usuario, por ejemplo una película o canción, y tienen la capacidad de responder, aparentando ser otro usuario que cuenta con los archivos solicitados y los genera con el nombre adecuado, pero el contenido tiene algún tipo de virus o código malicioso que al ser descargado infecta la computadora de la persona.
Los zombie-bots consisten en una computadora que ha sido comprometida e infiltrada y que puede ser controlada por una persona, junto a las demás computadoras que el atacante logre infectar, creando una red de bots. Pueden usar estas computadoras para coordinar ataques a gran escala usando todos los ordenadores infectados, estos ataques son conocidos como “DDos Attacks”. Infecciones como estas pueden ser difíciles de detectar y una persona puede nunca enterarse que su computadora se encuentra infectada.
Al ser programas altamente versátiles, debemos estar siempre alertas de nuevos tipos de ataques que hagan uso de bots maliciosos. Es importante apoyarte en los expertos para estar siempre protegido. Infórmate acerca de las soluciones que Alestra tiene en su página oficial.