Por: Staff Alestra
Si bien son ciertos y tangibles todos los beneficios de las nuevas tecnologías y las telecomunicaciones, existen problemáticas que resultan impredecibles aún para los grandes avances. Un desastre es un hecho natural o provocado que afecta de manera negativa a la cotidianidad, son intempestivos y desemboca en cambios permanentes en un ecosistema. De forma sistemática los hemos vivido y conocemos las pérdidas que ocasionan: inundaciones, temblores, incendios, terrorismo, pandemias, pero ¿realmente estamos listos para recuperarnos de sus terribles consecuencias?