¿Te acuerdas cómo nos comunicábamos con nuestros amigos antes de las redes sociales y el internet? En tan solo unos años, pasamos de usar teléfonos fijos a mensajes por WhatsApp, de cartas a correos electrónicos, de mapas impresos a Google Maps y de la televisión de paga a YouTube o Facebook Live.

Los paradigmas sobre cómo nos comunicamos con los demás y cómo se mantienen las amistades, ya no son los mismos gracias a las redes sociales. Nuestro estilo de vida ha cambiado tan rápido que muchas veces no nos damos cuenta y el impacto que tienen estas plataformas en nuestra vida diaria es mucho mayor al que nos imaginamos.

Con cambios positivos y negativos, es importante hacer un recuento sobre cómo las redes sociales han transformado nuestras vidas y nuestras costumbres.

Información por todos lados

Uno de los elementos fundamentales de las redes sociales es el acceso a la información. Con unos cuantos clics, tenemos en nuestras pantallas información de todo el mundo sobre todos los temas que nos interesan. Esta información puede ser compartida de manera instantánea y tener una audiencia global. También, muchas redes sociales son utilizados como los espacios por dónde las personas reciben las noticias de manera diaria. Solamente con abrir una cuenta de Twitter o Facebook y seguir las cuentas de periódicos o canales de televisión, los usuarios crean un repositorio de información personalizado para estar actualizados. En esencia, las redes sociales permiten que tan rápido como se produce la información, esta sea divulgada para todos.

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Sin embargo, compartir información de forma sencilla y rápida tiene ciertas desventajas y problemas. Primeramente, la facilidad de compartir contenidos no significa que dichos contenidos sean veraces. La desinformación o noticias falsas son un fenómeno constante en las redes sociales, especialmente en temas sensibles como la política. La facilidad con la que compartimos información y datos también hecho que el esparcimiento de desinformación se normalice.  

Además, el constante bombardeo de noticias también tiene un serio efecto sobre la capacidad de retención de información de las personas. Algunos estudios han determinado que las personas que comparten más contenidos en redes sociales sobre cierto evento hacen que tengan memorias más difusassobre dicho acontecimiento. El abuso de las redes hace más difícil que tengamos memorias vívidas sobre los acontecimientos que presenciamos.

Nuevas maneras de comunicarnos

La comunicación también se ha transformado radicalmente gracias a las redes sociales. Con un teléfono inteligente, podemos enviar mensajes a nuestros conocidos sin importar en dónde se encuentren, de manera instantánea y gratuita. Anteriormente, los mensajes escritos tenían que ser enviados por correo o fax, métodos caros o lentos para los estándares actuales. Con unos cuantos clics, cualquier mensaje llega extremadamente rápido al destinatario.

Esta facilidad en comunicarse de forma rápida ha permitido a las personas ser parte de nuevas conversaciones globales. Ahora más que nunca, es sencillo escuchar o compartir ideas u opiniones; y entablar discusiones con comunidades globales sobre cualquier tema y tener acceso a arte y cultura de cualquier país sin la necesidad de poner pie en su territorio.

Por el otro lado, esta facilidad de comunicación con personas lejanas ha tenido efectos negativos en la comunicación con las personas cercanas. Uno de los fenómenos más notorios de las redes sociales es el uso constante del teléfono celular al momento de convivir con otras personas presencialmente. La adicción al teléfono ha creado cambios en la forma en que nos relacionamos con las personas en nuestros círculos cercanos. Se ha vuelto casi imposible la convivencia sin que las redes sociales o los teléfonos estén involucrados; y esto disminuye la calidad de la convivencia que tenemos con personas cercanas.

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Compartir con los demás

La esencia de las redes sociales es compartir momentos y experiencias de nuestras vidas con los demás. Estas plataformas fungen como diarios públicos en dónde toda nuestra vida queda registrada para que las personas puedan ver qué hemos hecho y quiénes somos. Todos los éxitos, aventuras, logros o momentos especiales de una persona quedan plasmados frente a las pantallas de millones de personas.

Si bien es cierto que cada persona decide lo que puede subir, también es cierto que publicar sobre nuestras vidas personales tiene repercusiones en nuestra privacidad y en el control que tenemos sobre nuestros datos en internet. Muchas personas comparten, sin darse cuenta, información con la que pueden identificar los lugares dónde viven, gustos, personalidad y hábitos; poniéndose en riesgo frente a cibercriminales y ladrones.

Al final del día, las redes sociales son un paso más en la innovación de los medios de comunicación, al igual que lo fueron los correos electrónicos y los celulares tradicionales. Entender y aprovechar estos cambios para crear nuevas oportunidades de negocio para tu empresa es la mejor forma para ser competitivo en el mercado global digital; especialmente si cuentas con aliados estratégicos como Alestra, que te ofrecen las mejores soluciones en tecnologías y conectividad. Visita nuestra página oficial y conoce los servicios que tenemos para ti.